La calidad del agua para consumo está determinada por tres factores: La «calidad de la fuente de extracción” (ríos, lagos, rocas, suelos). Una vez extraída, se puede contaminar por la «disolución de material de las cañerías por las que circula». En el caso de las aguas envasadas, se contamina por los «químicos del envase que las contiene» (Rowell et al., 2016; Bonatici, 2017).
Ver Informe completo